LA CHISPA Y EL ARROJO
- Autor: Luis de la Rasilla
- Género: Literatura y Novela
- ISBN: 9798362243746
- Nº Páginas: 515
- Encuadernación: Tapa blanda
- Año: 2022
—No exagero si te digo que estamos ante una de las ini-ciativas más insólitas acometidas por la inteligencia española desde el inicio de la transición. ―¿Tú crees? ―Y la de más calado político. —Me intrigas. —Al preguntarme qué os traíais entre manos supe que lo que tú me revelases sólo podría ser la parte de un todo que nunca llegaríamos a descifrar. ―¿Por qué? ―La respuesta está en el título del libro de Pilar Cernuda —No sabes nada de mi”— que aunque trate del papel de las mujeres en el CNI podría aplicarse al conjunto de los trabajos que llevan a cabo todos los servicios de inteligencia del mundo. —¿Lo leíste? —Sí, Arrojo me lo envió con una dedicatoria: “A Teresita, la en-cantadora nieta de mi almirante, la espía que no quiso ser”. Y una nota: “Léelo. Habrías podido saber mucho más”. —En efecto: no sabemos nada de ellos y lo que lleguemos a conocer será lo que quieran contarnos sin que nada garantice su veracidad. Lo que ella trataba de decirle aquella ventosa mañana ga-ditana era que la vida de la inmensa mayoría de los ciudadanos transcurre sin tener más conocimiento de los servicios secretos que lo mostrado por la literatura y el cine. Que el caso de ellos, por el casi irreal cúmulo de circunstancias que lo posibilitaron, era excepcional. Que, aun así, les estaba vedado adentrase en el secreto. Que sólo cabía especular y que hacerlo, y eso forma-ba parte del trabajo de una periodista de investigación, llevaba a considerar verosímil que los analistas de inteligencia hubiesen diseñado un “plan de intervención” ante el desafío de los nacionalistas vascos y el independentismo catalán. Qué era incuestionable que en los albores del siglo veintiuno la situación del país mostraba signos evidentes de la existencia de un “peligro, amenaza o agresión contra la independencia o integridad territorial de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de derecho y sus instituciones”, justo aquello que, por constituir su principal razón de ser, nadie sensato podría ignorar que estuviesen haciendo algo y, con toda probabilidad, de mucho alcance. ¿Cuándo habrían comenzado a intervenir? Puede que cuando, como recuerda el presidente Rajoy en “Una España mejor”, “entre 2007 y 2011 perdieron su empleo tres millones cuatrocientas mil personas… (y la) economía estaba en caída libre y engullida por una espiral de desequilibrios económicos”. O, tal vez, algunos años antes, a comienzos de 2002, cuando tras aprobarse las leyes reguladoras del CNI, el muy competen-te diplomático Jorge Dezcallar, su primer director, consiguió “que el Gobierno fijara sus objetivos en la Directiva de Inteligencia”. O al presentar Ibarretxe su plan secesionista en el Congreso de los Diputados. O al hacerse patente que Podemos acabaría siendo el causahabiente del 15M y no tardaría en re-fregarle la transición democrática a la vieja casta. O, tal vez, al comenzar a abrirse camino falacias tales como “derecho a decidir”, “no se puede oponer la ley a la democracia”, “España nos roba” o a Artur Mas se le vio el plumero con el “pacto fiscal”. Sin embargo, lo verdaderamente relevante, lo que a la joven periodista sevillana le movía a investigar, más que airear los detalles de tamaña operación de influencia, era descubrir si podría servir para corregir de una vez por todas el modelo de desarrollo erróneo, injusto y asimétrico que amenazaba el futuro de su país…