Samuel Casterán, el Cuervo, resulta un desangelado y multifacético antihéroe al que sin embargo sus superiores recurren por sus grandes habilidades para moverse entre el bien y el mal sin ensuciarse ni preocuparse demasiado. Al igual que en su profesión, su vida privada responde a los mismos parámetros. Su psicología compleja arregla todos los asuntos de forma sencilla. Zonas inexactas conjuga muy al gusto de su autor la intensidad de la novela negra con una inexorable riqueza poética. Un thriller entre lo psicológico y lo amoral, por momentos emotivo, por momentos descarnado, que define a los protagonistas como autores de sus circunstancias.