Miguel Ángel Campos Linares (44), junto a su mujer Aurora Morales Camacho (37) y sus hijos Lidia (18), Víctor Hugo (16), Yannel (14), Marco Antonio (8) y Rosmery Campos Morales (1), emigran de su Bolivia natal —escapando de la pobreza— hacia la República Argentina en busca de un futuro mejor. Sin embargo, al arribar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sus planes se ven truncados por un "azar" desventurado y doloroso que transformará radical e irreversiblemente sus vidas, llevándolos a experimentar, en carne propia, las realidades más crudas y siniestras que se cuecen, semi-ocultas, en multiplicidad de recovecos de la populosa urbe portuaria, entrelazando —y construyendo paso a paso— sus destinos con los de diversos personajes arquetípicos (y no tanto) de la cosmopolita sociedad argentina contemporánea, en la que el crimen y la marginalidad, con todas sus configuraciones posibles, ejercen un peso y una influencia innegables. En esta dramática e intrigante novela de ficción villera y policial, con más de 100 personajes cuyas infortunadas historias, en algún punto, confluyen con las del resto, se relevan ciertas problemáticas sociales de actualidad: como la corrupción, la discriminación, la explotación laboral y sexual, la pobreza, la trata de personas, la violencia, las familias disfuncionales, y los abusos sexuales tanto extra como intra-familiares, entre otras. La Villa 21-24-N.H.T. Zavaleta, sita en el sureño barrio porteño de Barracas, más conocida como —simplemente— “Zavaleta” debido al Núcleo Habitacional Transitorio homónimo allí erigido durante el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía (1966-1970) en el marco de un plan estatal de viviendas en pos de erradicar las villas de emergencia (como se le llaman en Argentina a los asentamientos informales), es, con 66 hectáreas y más de 45.000 habitantes (y hay quienes afirman que la cifra supera los 100.000), la más grande y populosa de toda la Capital Federal.