Cuando Ekiam y Nalia se vieron por vez primera a orillas del río Néder, se enamoraron perdidamente el uno del otro. Muy pronto las relaciones entre los amantes fueron aceptadas y bendecidas por los padres de ambos: Plokiorka, reina del Palacio de los Sueños Intangibles, y Frástorein, rey del Palacio de los Sueños Invisibles. Desde el principio consideraron que aquella historia de amor entre sus hijos supondría la posibilidad de una alianza entre ambos reinos, que salvaguardaría la supervivencia de la Tierra de la Felicidad. Esa unión, además, favorecería el empoderamiento del bien contra la maldad de Avernus. Sin embargo, el cíclope Cérvics, obsesionado por conquistar el amor de Nalia y movido por el despecho ante el desprecio de ésta, prometió vengarse. No estaba dispuesto a consentir que ningún otro ser se acercase a Nalia con intenciones amorosas. Para ello adiestró a un ejército de cuervos despiadados, los Córvidux, dispuestos a defender sus objetivos de la peor manera posible y sin ningún tipo de escrúpulo. Así defendería, además, la pervivencia de su poder maligno. Entretanto, una juglaresa, cargada de libros, confesaba a los niños de Pinares que existía una misión para la cual solo ellos estaban preparados: salvar la Tierra del poder destructivo de Cérvics. Cuando los muchachos deciden acompañarla, son invitados a subir a un súper transbordador, gracias al cual podrán atravesar las cuatro capas de la atmósfera, donde se encuentra la Cadena de Iniquidades. Les hace saber también que, una vez superadas las increíbles pruebas de vida a que deberán someterse, lograrán una clave maestra con la que desactivar la computadora que permite la existencia del malvado cíclope. Si los niños no lo consiguieran, serían desintegrados y convertidos en polvo para siempre. Eso sí, el súper transbordador elíptico los dotará de poderes especiales que, bajo una apariencia distinta a la humana, les ayudará a afrontar con valentía las más asombrosas peripecias. En su aventura, llena de acertijos, adivinanzas, encrucijadas y laberintos, contarán con la cooperación de elfos, sirenas, gnomos, sílfides, duendes, ondinas, hadas y magos, seres de bondad, que han jurado poner sus poderes extraordinarios y feéricos al servicio de los amantes. ¿Será capaz esta pandilla de chicos y chicas de superar el destino que los Cielos han destinado para ellos con la simple ayuda de la imaginación y de la magia? Está por ver... De lo contrario, que el terrorífico Cérvics los pille confesados.