Un hombre despierta de un coma en el que ha permanecido durante algún tiempo, no reconoce nada a su alrededor, ni entiende lo que ocurre. Los últimos recuerdos que acuden a su mente, le hacen sentir mucho dolor y deseos de venganza. Con el tiempo, se irá desenredando la madeja, cada pieza irá cayendo en su lugar, se irá armando el rompecabezas, y llegará a entender que debe comenzar a vivir una vida ajena. A través de la trama, se ponen de manifiesto los variados matices que pueden llegar a tener las emociones y las actitudes de los seres humanos, que a veces transitamos por un camino luminoso, y otras veces, por un sendero sombrío, y a veces, ambos caminos se cruzan y hasta se unen, llevándonos por un nuevo derrotero. En la novela presenciamos todo un proceso en el cual el personaje se debate entre la vida que tuvo antes y la que vive ahora en una piel ajena, intenta con todas sus fuerzas adaptarse a su nueva vida, pero no le resulta fácil dejar atrás todos los malos recuerdos, la angustia y el desengaño que bullen en su interior, y es a partir de esa dicotomía que se desarrolla la historia.