Desde pequeña se sintió traicionada por sus padres, su único deseo era la venganza, las únicas armas que poseía eran la risa sarcástica y el despotismo. Victoria se convierte en una preciosa joven admirada por todos los chicos, y a sabiendas coquetea con ellos. Cuando conoce a Ricardo se apiada de su desgraciada vida y con el deseo de ayudarle se involucra con él. Con el paso del tiempo, Victoria se enamora de Alberto, un chico dulce y tierno, pero Ricardo no se resiste a perderla. De la superficialidad de los coqueteos Victoria pasa a momentos muchos más difíciles. Con tan solo veintisiete años es víctima de una grave enfermedad, que la lleva a las puertas de la muerte. Derrumbada y viéndose dentro del túnel del final de su vida, además de perder la custodia de sus niños, resurge de sus propias cenizas guiada por una luz interior que le muestra su verdadero destino.