La novela comienza con un hecho intrascendente, corresponder al saludo de un desconocido y desde aquí, paso a paso llegará al descubrimiento del doloroso secreto que anidaba en su familia y que tanto le atormentó de niño, comprendiendo que ha sido víctima y verdugo. Algunas veces, la decisión más inocente, como devolver el saludo a un desconocido, puede cambiar la vida… El protagonista, Luis Cordel trabajaba de ilustrador hasta que se quedó sin empleo y decide recuperar la pasión por pintar que tuvo que abandonar para ganarse la vida. En la pintura encontrará la forma de expresar sentimientos y descifrar enigmas personales que le llevarán a lugares insospechados de la mano de un marchante. Le enseñará las puertas del infierno, pero también el camino para salir de él. En esta vivencia extrema comprenderá, que no se debe huir de uno mismo y menos aún del dolor: Se puede, y se debe ser feliz conociendo el dolor, lo contrario del dolor no es la alegría o la felicidad, es la nada, comprender esto le ayudará a valorar lo recibido, aunque haya pagado un alto precio.