José Manuel es un hombre en plena crisis de los cuarenta, que se enfrenta a un fin prematuro de su vida profesional tras un traumático proceso de acoso laboral, a la muerte de su padre, a las dificultades de una hija adolescente y a una crisis matrimonial. Sufre una amarga sensación de derrota, a la vez que una asfixiante sensación de asedio desde los cuatro puntos cardinales de su personalidad, esposa, hijas, padre, trabajo. Siguiendo un consejo que le diera su madre, «cuando no puedas encontrar las riendas de tu vida, vuelve a tus orígenes», decide volver a su pueblo natal. Allí se reencontrará con su antigua casa, las calles y campos que le vieron crecer, con viejos amigos, y con recuerdos, algunos muy duros, más aun que los que ahora le hacen sufrir, le reabrirán heridas que creía cicatrizadas. Descubrirá que los fantasmas del pasado pueden hacerse presentes para encarar un nuevo futuro. La novela pertenece al género de suspense y misterio, pero contiene un canto a la familia, a la amistad, a la vida sencilla y a la naturaleza, a la libertad, incluso a la santidad, así como una ácida crítica social y una receta para superar la crisis de la post modernidad: volver a las raíces. El autor, de la misma edad que su personaje, es licenciado en derecho. Tras unos años ejerciendo la abogacía regresó a su antiguo empleo en informática como técnico de pruebas de software, y obtuvo un prestigioso reconocimiento como auditor de software. En muy buena medida, basa su novela no solo en la fantasía, sino en su experiencia vital, además del terreno policíaco o el mundo judicial, que no le son ajenos, incluso más allá, en algo tan fundamental como el hecho de haber vivido, y sufrido, en sus carnes varias de las emociones, positivas y negativas, que cuenta en la narración.