Tu eres mi poesía. El amor, es sentir el calor del alma del poeta. De ese poeta, que a veces sin saberlo, nos hace sentir nostalgia, emoción, amor y un calor que surge del alma sin saber el porqué. Con unas letras impresas en forma de poesía, que parecen estar hechas para nosotros. Tu, como mujer sensible; tu, que has sentido y sientes el amor; tu, que te llega la sensibilidad del poeta, de ese poeta que escribe sobre el amor y el desamor; de ese poeta que con palabras sencillas te hace sentir que eres poesía. Esas poesías que reflejan tus sentimientos actuales o que viviste alguna vez con tal intensidad que siempre estarán arraigados en tu alma. Un alma, que recuerda y en ocasiones añora ese calor que un día se marchó. Pero un calor, que como las hogueras ha dejado rescoldos ardientes que nunca se olvidarán, pues al amar profundamente, el amor nunca se olvida, es perenne, otro puede ocupar un lugar, pero nunca el de ese amor que en un rinconcito del alma, aun nos hace sentir un calor tibio y acogedor, aunque tenga sus sesgos de tristeza, de melancolía e incluso de dolor. ¿Pero que es el amor, si no ha producido aunque sea un leve dolor? Que sería del alma del poeta, si solo escribiera sobre las risas, el gozo y la esperanza. Solo serían poesías vanas, con un amor de novela rosa que nunca se ha vivido realmente. El poeta siente, goza y sufre, se ilusiona y añora, y todo ello queda reflejado en sus poesías. Incluso los sueños de aquello que quiso ser y nunca llegó. Tu eres mi poesía. Si, tu, porque sin darte cuenta encarnas mis amores pasados, presentes y futuros. Tus ojos al leer, me hacen sentir tu ternura, tu calor, tu alma. Y es así como llego a sentir que soy poeta. Poesía para ti, que te haga sentir, que avive el calor de tu alma, ese calor que subirá por tu pecho hasta tus mejillas.