También te besaré en Lisboa (2da. edición)
- Autor: Oswaldo Páez Barrera
- Género: Literatura y Novela
- ISBN: 978-9942-623-16-4
- Nº Páginas: 258
- Encuadernación: Tapa blanda
- Año: 2023
También te besaré en Lisboa, no por moverse en los terrenos míticos de la revolución que no llegó como pensaban los universitarios de los años setentas, deja de ser una novela que se regodea en las situaciones o escenarios sociales propios de lo que fueron las prácticas de aquella izquierda. Mucha tinta y papel se ha gastado en descripciones que han medrado de aquella utopía, aunque para desprestigiarla, por lo general, de modo que con ello solo se ha conseguido el efecto contrario: parecería que aquellos revolucionarios no estuvieron equivocados del todo. En esta novela el fragor de aquel mito resuena como música de fondo, como alusión omnipresente que al igual que el viento lo sentimos, pero no lo vemos. Cuando el punto de vista del narrador y protagonista principal se ubica en el campo de los políticamente derrotados, el texto se aleja también de uno de los principales peligros que otros de su condición tienen: la propaganda o el proselitismo triunfalista y positivo. Más bien, aquí se ha jugado con el desengaño político que tiñe desde la A hasta la Z la novela, haciendo de sus protagonistas metáforas de aquel tiempo y sus situaciones. En el contexto político izquierdista de la novela, Carlota, representaría esa realidad; Paulina, la esperanza, esa que también será besada “en Lisboa” o en cualquier otra parte del mundo. Rafael representa al fugitivo quien, a pesar de la derrota, huye animado por sus convicciones e intuiciones y que en algún momento le dice a la realidad que si esto no puede ser así, prefiere la muerte. En síntesis, se trata de un texto que, seguramente y en el camino de ser escrito fue adquiriendo las complejidades reseñadas, determinando su forma y mostrando el lado humano de personajes que, en aquellas circunstancias, buscaban intuitivamente eso: su humanidad. Cuando en la literatura de pasatiempo se han puesto de moda las ondas místicas y las de autoayuda, los textos escritos por chicos y chicas buenos, cuando no las novelas redactadas a partir de fórmulas que reglamentan cómo y de qué color deben ser los personajes y los ambientes, o hasta en qué momento deben ir asomando en sus páginas los puntos de no retorno, los cráteres, los clímax…, esta otra literatura o literatura de los otros, se deslizaría hacia lo que podríamos calificar de un género política y estéticamente incorrecto. Da la voz a quienes la razón indolente les oculta en el silencio como otra forma de negar su presencia y sus sueños. O les confina, ignora o asesina, porque, sin duda, ellos y ellas, que han contribuido a escribir literalmente con su sangre algunas de las páginas más dignas en la lucha por la libertad, la dignidad, la solidaridad en nuestra generación, son las víctimas propiciatorias del único terrorismo que hay: el terrorismo del Estado y del capital. Personajes posibles cuando la Guerra Fría llegó a su fin, siguen contribuyendo al impulso de las búsquedas socialistas y libertarias a pesar del neoliberalismo. Esta novela cuya primera edición fue publicada por la Casa de la Cultura Ecuatoriana en 2012, no por estar ubicada en un espacio concreto y situar sus acciones en un país conceto, deja de buscar nuevas formas que fijen en la sensibilidad o en el imaginario literario y libertario el devenir de presencias cosmopolitas, transnacionales, en cuya subjetividad están los gérmenes de nuevos e inéditos deseos de otras maneras de ser. Narrar en medio de esas situaciones, o desde ellas, abre puertas a escenarios más amplios y diversos, a temporalidades más concentradas y sintéticas, a presencias que enriquecen nuestro devenir al nombrar y llamar al texto a individuos grises, anónimos, clandestinos y potentes. Antihéroes, cuyos representantes de carne y hueso se parecen a cualesquiera de nosotros, aunque circulen conscientemente como virus mutagénicos en el fluido sanguíneo de Hispanoamérica. Virus que se saben perseguidos por los anticuerpos terroristas que les pisan los talones.