La vida real, en origen, era simple, pero tremendamente profunda y plena. Ahora volvimos todo tan sumamente complejo, que nos vemos obligados a volver a las raíces, pues teorías sobre teorías, consejos, remedios, tratamientos, reflexiones, conferencias… crean una maraña realmente difícil de desentramar. Y a mayor información entrante, más y más nos perdemos fuera, olvidando lo de dentro y más necesitamos. INVITO a recordar cómo se obraba al inicio de los tiempos y los frutos que se obtenían de hacerlo así, con sentido, con intención, sin perdernos en un mar de información.