"Mi nombre es Roberto Antonino y llegué a este país hace ya unos cuántos años. Muchas cosas han sucedido desde entonces: Me enamoré, hice fortuna gracias a la ayuda de mi hermano, el gran diseñador de joyas Nicolás Antonino (o Nicolai Artoni como es conocido en el mundo empresarial) y lo más importante, formé una nueva familia, junto a nuestros más importantes amigos: Gianpetro, Doménico, y sus encantadores hijos Lucy y Andrés. Pero muy especialmente con mi cuñado Paolo, quien estará su lado -tal como siempre lo ha hecho desde que se conocieron- en el añorado viaje que mi hermano desea realizar hacia su pueblo natal, apenas se recupere del rebrote de la dolorosa enfermedad que lo aqueja. Nico sabe que puede contar con todos nosotros para cuidar el fruto de su esfuerzo y acompañarlo en su frecuentes recaídas, porque somos y siempre seremos una verdadera familia, más allá de tener o no la misma sangre –sonrió el hombre sin levantar la vista de Lucy y Andrés, que no dejaban de correr y saltar junto a su querido perrito Fito.Y si hay algo parecido a la felicidad, es lo que yo estoy viviendo”-se encaminó Robertino esbozando una sonrisa hacia el dicharachero grupo que tanto amaba.