Con Rimada forma, arribo a mi cuarto libro de sonetos, hace un año y medio cuando a empecé a escribirlos, no pensé que pudiera escribir casi trescientos cincuenta es ese corto tiempo, pero su forma y su ritmo me atraparon para siempre.Hay quien dice que la forma rígida del soneto, limita la expresión de las ideas y el despliegue de las metáforas, pero en la tarea de escribirlos, he aprendido que esto no es en modo alguno cierto.Sé que hay quien los escribe como un desafío, construyéndolos verso a verso con dificultad, pero al hacerlo, cae en la trampa de su rigidez.Conozco en cambio a otros que como yo, no saben pensar sino en endecasílabos, y tanto las metáforas como las ideas, fluyen en este ritmo. Eso y la facilidad que descubrí para el soneto, ha hecho de esta mi forma de poesía preferida.Rimada forma está compuesto en su mayoría de sonetos de amor, como homenaje al sentimiento que mueve al mundo, como respuesta a quienes buscan en la poesía, un espacio donde explayar sus propios sentimientos, porque en cada lector habitual de poesía, se encierra para mi, un poeta, un poeta que quizás no tiene la habilidad o la amplitud idiomática para escribirlos, pero que los entiende y los hace suyos, a veces para toda la vida.