Viviendo como vivimos en el siglo de los remakes, no tendría sentido que dejáramos de exprimir y de sacarle el jugo a multitud de piezas teatrales que —pese a ser magníficas— se mueren de asco en el armario del olvido porque las compañías actuales cultivan a la perfección el arte de ahorrar y no se atreven a montar obras de más de dos personajes y tres sillas (o preferiblemente dos sillas nada más). Así es que disponemos de miles y miles de obras dramáticas inmortales a las que tomar a chunga y de las que hacer la parodia, porque han de saber ustedes, queridos lectores, que es más fácil desmitificar en clave de humor algo ya existente que inventarse una historia nueva, porque todas las historias están ya contadas. Este bonito y bien encuadernado libro «refritea» una veintena de piezas clásicas del teatro universal, las pone en clave de humor y las deja hechas unos zorros. Pero con ello el lector sale ganando, pues es mucho más agradable —¡dónde va a parar!— leerse estas versiones humorísticas que los textos originales, muchos de los cuales son bastante densos. Gallud Jardiel, con la falta de respeto que le caracteriza y ayudándose con la espumadera del humor, le da la vuelta a la tortilla teatral y nos presenta una versión satírica y descacharrante del teatro de hoy y de siempre.