Razones de Estado
- Autor: Emilio Saavedra Alcalá
- Género: Literatura y Novela
- ISBN: 978-849-802-663-4
- Nº Páginas: 462
- Encuadernación: Tapa blanda
- Año: 2010
Razones de Estado es la historia de múltiples traiciones: traiciones de un rey justo, de un ministro corrupto, de una falsa amante, de un ambicioso militar y finalmente las de un simple lacayo movido por la venganza y la codicia. Es el relato de la vida del buscavidas y sicario Antonio Enríquez (Alonso del Bosque en la fabulada juventud), de su participación en las intrigas palaciegas y en el magnicidio que acabaría con el poder del Secretario de Estado Antonio Pérez, desembocando en la última guerra castellano-aragonesa. Alonso del Bosque, un simple siervo de la gleba, por defender su honor se ve obligado a huir a la Corte y vivir de las armas. Allí se granjea una reputación como espadachín y jugador, pero traicionado por Juana, la mujer que tanto amaba, ha de enrolarse con el nombre de Antonio Enríquez en los Tercios destinados a Berbería. Sirve de arcabucero y en su corto alistamiento sufre la dura vida del presidio y el abandono real durante el sangriento sitio de La Goleta, siendo uno de los pocos en sobrevivir a la masacre. Y como fiel servidor del gobernador, y gracias a la ayuda del capitán Acuña, es considerado cautivo de rescate y conducido a Constantinopla. Allí, de la mano del mismo capitán, pasará a formar parte de la red de espías que, bajo el mando de Aurelio de Santa Cruz, sirven a Felipe II. Desengañado vuelve a la Corte y entra al servicio de Antonio Pérez, Secretario Real, como guarda personal. Bajo sus órdenes vivirá una vida holgada, convirtiéndose en el principal cómplice de las traiciones cometidas por la ambición de su señor y la princesa de Éboli. Al amparo de la voluntad del rey y el oscuro poder de don Antonio Pérez cometerá mil tropelías, incluyendo muchas de sangre, acabando con el asesinato de don Juan de Escobedo, Secretario de don Juan de Austria. Con el despacho de alférez, como premio a sus servicios, huye de la Justicia para asentarse en Nápoles. Allí malvive sin adaptarse a la nueva vida de la milicia y decide regresar para reclamar mayores beneficios por la muerte de Escobedo. Pronto descubre que sus cómplices de armas han muerto de manera extraña y sospecha de don Antonio. Decide chantajearle, pero apenas obtiene beneficio, pues el Secretario Real ya ha sido depuesto y sufre el proceso de Visita abierto contra él. Finalmente es traicionado por su antiguo señor que, temeroso de los secretos que obran en conocimiento de su fiel guarda y lacayo, ordena su asesinato. Entonces Enríquez, pagado por los enemigos de don Antonio y los deudos del asesinado Escobedo, se convertirá en uno de los principales testigos de cargo en el proceso mandado abrir por Felipe II contra Antonio Pérez. Sus declaraciones ante el juez Vázquez de Arce conseguirán que el proceso de Visita se convierta en acusación de asesinato y traición al reino.