La historia arranca el día 22 de septiembre de 1980, cuando los periódicos de toda España daban cuenta de la noticia del secuestro de Pedro Abreu Almagro a manos de la banda terrorista ETA y empezaban a especular sobre quien era ese hombre que llevaba años invirtiendo dinero en España en un sinfín de causas altruistas y deportivas. A partir de ese momento, y como si fuera un viaje en el tiempo, nos centraremos en sus antepasados, para así poder intentar comprender quien era Pedro Abreu. Por eso, en primer lugar y teniendo presente que sus raíces familiares eran cubanas, nos sumergiremos en la Cuba del siglo xix, época en la que la familia hizo su gran fortuna, hasta llegar a finales de los años cincuenta del pasado siglo xx, con el comienzo de la dictadura de Fidel Castro. Será en este paseo por la isla caribeña donde empezaremos a entrar en el filantropismo y el mecenazgo de los Abreu, iniciado ya por los bisabuelos de Pedro, Pedro Nolasco y Rosalía; seguiremos por su hijas, Rosalía, la abuela de Pedro, Marta y Rosa, tres hermanas involucradas de lleno en un sinfín de causas sociales —sobre todo en Santa Clara, su ciudad natal— y en el apoyo económico prestado al pueblo cubano en su lucha por independizarse de España; y terminaremos con Pierre, el padre de Pedro, y Lilita, su tía, que, entre otras cosas, contribuyeron a la formación de una casa para estudiantes en París. Con la subida al poder de Batista, llegamos a la mayoría de edad de Pedro, quien a partir de ese momento ya se convertirá en el hilo conductor de esta historia. Primero con la llegada de Fidel Castro al poder, a finales de los años cincuenta, para seguir con una breve etapa norteamericana, de la que saldrá reforzado económicamente, después de la precipitada huida de Cuba, y que lo conducirá definitivamente a Europa. A partir de ese momento empieza el núcleo central de este libro, con su presencia en Banyoles y en otras ciudades españolas, como Sevilla y Orio, hasta llegar al día de su liberación del secuestro, momento en que se inicia la etapa final de este viaje que coincide, casi de lleno, con la nueva etapa familiar de Pedro Abreu.