Los relatos que componen "Once tiempos del futuro" hablan del hombre inmerso en unos hipotéticos modos verbales: “futuro del pasado”, “futuro del presente” y “futuro del futuro”, que permanecen implícitos. Publicado para su descarga digital en tres tandas, en la primera está presente la máquina del tiempo, esto es, el “recurso tecnológico”, lo que, sin embargo, no les dará a los protagonistas el dominio deseado del tiempo. La segunda tanda sitúa a los personajes bajo el dominio de una concepción dogmática o ideológica que orientará o determinará su futuro, en cierto modo a la manera trágica, lo que apunta al “recurso del mito”, sintiendo que conseguirán triunfar a su manera más allá de los tiempos. En la tercera, bajo aparentes proyecciones realizadas “desde el pasado” (futuros del pasado) se entra en la fábula, mezcla de ciencia ficción y de realismo-mágico, en cierto sentido como ejercicios de distanciamiento que empujan a la superficie las frustraciones y los sueños del presente. Aquí, el “futuro” se apoya en una tecnología y una capacidad imaginativa (prototípicas producciones artificiales del hombre) acorde con las circunstancias “disponibles” ofreciendo una sensación de “verosimilitud científica futurista”; una jugada que pretende doblar lo imaginario como un eco de su propia apelación. A veces, también, la verosimilitud reposa en una memoria que... se da la vuelta. En los once relatos subyace, en cualquier caso, el deseo, la frustración y, por fin, la resistencia a lo esperado o a lo temido que no acaba de llegar.