Rodrigo Valenzuela es un exitoso abogado que amasa una gran fortuna y es uno de los hombres más poderosos de la gran ciudad. Nada en su futuro hace presagiar que su vida deje de ser maravillosa, sin embargo, un día, en una visita al médico, éste le informa que va a morir, que en su reloj, apenas le quedan uno o dos días de vida. Cualquier persona se refugiaría en su familia para vivir esos últimos momentos, sin embargo el abogado no lo hace, porque perdió a su mujer e hija hace muchísimo tiempo atrás, debido a su hambre desmedida de dinero y poder. El abogado considera buscar a sus amigos, pero se da cuenta, en ese momento, que los más cercanos son víboras y aves rapaces, como él. Muchos de nosotros, en un momento como ese, elevaría sus rezos a su ser supremo para esa ayuda espiritual tan necesaria; sin embargo Rodrigo no lo hace porque es ateo. En este escenario y sabiéndose solo y sin tiempo, el abogado “perfecto” comienza su periplo por la gran ciudad, buscando un bálsamo espiritual a su desesperación, pero no lo encuentra. En esos momentos de angustia, se percata de lo banal y vacio que es su mundo de poder y dinero. En el momento de mayor desesperación, el abogado se encuentra con una anciana, quien le cambia su mundo. Sabina, una mujer que él había enviado a la cárcel años antes, aparece en su vida para hacerle entender la necesidad de creer en un Dios y lo importante de hacer las cosas correctas, antes de partir. En el poco tiempo que tiene Rodrigo, esta mujer le presenta un mundo distinto. De su mano el abogado conocerá siete personas que le cambiaran para siempre su modo de pensar, su vida y especialmente su corazón. Cada una de ellas le deja un mensaje, una enseñanza de vida y sobre todo una lección de Fe.El hombre de leyes comienza a darse cuenta de lo hermosa que es la vida, la importancia de los sentimientos en las personas y la banalidad del dinero. Además aprende que sólo a través de la Fe, se puede alcanzar lo inimaginable, lo impensable, lo imposible. Sólo ésta podrá salvarlo y deberá encontrarla en lo que le queda de vida. El tiempo es corto y el abogado “perfecto” se tranza en el juicio más difícil de su carrera: la salvación de su alma.