Un hombre apacible, tras un suceso que quiebra definitivamente su vida, se transforma en asesino en serie. Con la “ayuda” de su querido Leonard Cohen viaja al pasado en busca de sus víctimas. Aquellos que en su adolescencia y primera juventud se aprovecharon de su debilidad y le imposibilitaron un paso natural al mundo adulto se someterán a un juicio del que será difícil salir con vida. Un inspector homosexual, cuya felicidad se quedó congelada allá por los años 80, representada en la música de Depeche Mode, investiga un caso de asesinato. Parece uno más, una pelea o un ajuste de cuentas. Sin embargo, conforme avanza en la investigación va obteniendo alguna información que molesta a determinados círculos de poder. Un atracador de bancos se salta la alianza con un subcomisario de policía y escapa con el botín, tras matar a tiros al director de la sucursal y a su compañero. Tras una persecución consigue esconderse en un chalet de La Florida, donde vive una joven atractiva casada con un concejal corrupto, que en esos días se encuentra haciendo “negocios” en Bruselas. La tensión va en aumento, pues si se produce cualquier contratiempo la joven morirá. Estas tres historias acabarán entremezclándose en el último capítulo, que tendrá como escenario el chalet de La Florida y como desenlace un sorprendente final que hace girar la trama ciento ochenta grados.