No hay vida más desgraciada… Arturo de Nava y el Canto Criollo en el Río de la Plata
- Autor: Hamid Nazabay
- Género: Espectáculos - Cine - Música
- ISBN: 978-9974-8429-6-0
- Nº Páginas: 264
- Encuadernación: Tapa blanda
- Año: 2017
¿Quién fue Arturo de Nava? Es una pregunta arriesgada, de la que se obtienen respuestas exiguas. A secas, se podría decir que fue un cantor criollo. Lo singular –y hasta enigmático– es que fue el mayor cantor criollo, desde fines del siglo XIX hasta casi la década de 1920. Un inigualable pionero en múltiples planos artísticos y performáticos. Por ser quien era, se configuró en el mayor modelo identificatorio para Carlos Gardel. Fue el ídolo absoluto de Carlitos, un muchachito que andaba por el barrio Sur con su sueño de cantor a cuestas. Como tal, De Nava guió al “botija” en el aprendizaje del canto y la guitarra. El fiel discípulo –que hasta la “pinta” le imitó– superó, con el tiempo, al ilustre maestro… Y la canción predilecta de Gardel era de su mentor: El carretero, “caballito de batalla” del Mago, con la que triunfó en París. Arturo de Nava (1876-1932) fue: el pionero de las grabaciones profesionales en el Río de la Plata (1902), antecedente importantísimo del tango-canción, actor circense y teatral con los Podestá, primer bailarín de tango profesional y asesor de musicalizadores de obras dramáticas. No sólo eso. Su padre, Juan de Nava, fue el primer payador profesional uruguayo, de los principales contendores del argentino Gabino Ezeiza, además de precursor en el uso de la milonga en la payada, del lunfardo literario y de la –posteriormente denominada– jerga cocoliche. Arturo, con tan meritoria vida, no dejó de sufrir la desdicha. Como la de su propio personaje, ese errante ser que cantaba “No hay vida más desgraciada / que la del pobre carrero…” Libro galardonado con el PREMIO NACIONAL DE LITERATURA 2016 / MEC
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Elton de Moraes