Niños Cuánticos
- Autor: Oscar Silva
- Género: Filosofía y Religión
- ISBN: 979-8853650527
- Nº Páginas: 259
- Encuadernación: Tapa blanda
- Formato eBook: MOBI
- Año: 2023
Suerte = Luces - Cruces. ¡Ahora se puede calcular! Hablemos de la suerte: 1. ¿Conoces gente pavosa, con mala vibra? 2. ¿Hay gente insoportable que te hace molestar? 3. ¿Alguien a quien aprecias le ha ido mal por no haberte hecho caso? 4. ¿Conoces gente muy terca? 5. Hay gente buena. ¿Pero también hay gente muy mala? 6. ¿Conoces al menos una persona muy soberbia, que no acepta sus errores? 7. ¿Sabes de alguien que se da la gran vida y realmente no se lo merece? Si has contestado afirmativamente a por lo menos cuatro de estas preguntas puedes considerarte una persona responsable, con principios y bien educada. Pero no tienes mucha suerte. ¿Verdad que no? Pero ¿Y qué tienen que ver mis opiniones sobre mi suerte? Agregándole que si te has topado en la vida con gente egoísta o malagradecida, todos estos juicios sobre los demás constituyen el «Juzgar al Prójimo» de la Biblia. Y son síntomas del pecado de robar. Robarte a ti mismo el aquí y el ahora que Dios te regala en cada momento de tu vida. Robarle a Dios el ahora que quiere compartir contigo. Robo que se concreta pensando y formándote juicios sobre todo aquel que te rodea. ¿Ladrón? Juzgar al prójimo es robar el tiempo de Dios. Y robar genera karma. ¿No y que el tiempo de Dios es perfecto? Etiquetar al prójimo, mal o bien, ya es un robo. Pero además es la madre de todos los vicios. Y por ser el vicio madre tiene la madre de las excusas para aferrarte a él: «decir la verdad no es pecado ni juzgar, y por la verdad murió Cristo». ¿Vicioso? «¿Será por eso que no tengo mucha suerte?» Si es tu caso ¡Claro que sí es por eso! Y no es culpa de nadie. Ni siquiera tuya. Y este es apenas uno de los siete causantes de karma que se mide con cruces. Cruces que restan suerte en la fórmula «Suerte = Luces – Cruces» Con esta lectura nos dedicaremos a debilitar nuestras acciones que generan karma y cruces. Y nos enfocaremos en desarrollar las luces que suman bendiciones, y aumentan el valor de la suerte en la fórmula. Así que conociendo los dos elementos que forman la suerte es posible modificarla a voluntad: La luz es la unidad de medida de las bendiciones. La cruz lo es del karma. Con esta fórmula sagrada en mente, desde hoy vas a conocer la causa de tus karmas. Y vas a conocer sus antídotos, que son las bendiciones. Has comenzado el ascenso. «¿Facilito?». ¡Jamás! Tendrás tropiezos. Pero ya no hay vuelta atrás.