La aventura de la narración no es lo mismo que la narración de la aventura. ¡No, no es lo mismo! Escribir, narrar, es aventurarse por un territorio desconocido, un mundo totalmente inexplorado, para justamente, proporcionar a la lectura, el placer y el conocimiento de experimentar esa aventura. La literatura cuenta historias, relatos, decires. Narrar es el gran acontecimiento humano. Aquel que lee y disfruta lo que lee, se transforma en autor de la historia relatada. En estos treinta y seis cuentos, el autor sabe con certeza que eso ocurrirá. Su lector se transformará en autor al darle la impronta propia, que deviene de ser partícipe de la narración. ¿Por qué? Porque cree, en lo más profundo de mí mismo que… ¡La escritura es libertad!