Las sombras nos envuelven… Siempre. Aunque solo por un instante. Están. Silenciosas, eternas, desde el éter, la cal y las gentes… y aquí aún más. Cuando Khaled deja su lugar de origen, partiendo desde el mar mediterráneo y comienza un recorrido al arribar al “Princesse Anastasia” comenzará una travesía como tantos inmigrantes que arribaron a América hacia 1930 proyectando un destino tantas leguas mar adentro, dejándolo todo, sus seres queridos, sus tierras… emprendiendo un incierto rumbo de desventuras y sueños. Khaled constituye el eje en esta historia de amor, tragedias, desencuentros y pasiones en la cual rige la Religión Islámica, por ende la predestinación y en medio de las tempestades hace una aparición Nahla como figura descollante. Su Nahla soñada y desde esa claridad que comenzará a teñirse de azules y grises predominando lo oscuro… Lo siniestro, como el bien y el mal y su lucha antagónica. Hasta el final de los tiempos.