MIENTRAS LA SANGRE BAÑA LA TIERRA. Como en el propio Prólogo se indica, no es una novela de guerra, ni tan siquiera un relato cronológico de lo que ocurrió en nuestro país, desde el 17 de julio de 1936 hasta bien entrados los años sesenta. Sin embargo, al desarrollar esta historia, no se puede evitar mencionar algunos sucesos ocurridos durante aquella etapa negra, en la vida de algunos de sus ciudadanos. Es obvio, que fueron inmensas las familias que sufrieron el azote de la guerra y sus consecuencias, pero para su narración el autor he escogido cinco familias en diferentes lugares de la península. Las familias Monedero-Tola y Álvarez- Campos en Valladolid y Melilla; En Sant Juliá de Vilatorta las familias Erra-Solana y Aymerich-Puig y por último la familia del coronel Salinas en Gerona. En ningún momento el autor pretende justificar ni bendecir a unos o a otros, pues lo grave del conflicto fue, que sus consecuencias las sufrieron en la mayoría de los casos, gentes inocentes.