El libro analiza distintas expresiones artísticas y/o ciudadanas contemporáneas que, tanto en Chile como en Uruguay, escenifican las memorias de la dictadura. A través de herramientas provenientes de múltiples disciplinas, se profundiza, por ejemplo, en la Marcha del Silencio, el proceso de "Memoria para armar" y algunas muestras de arte de performance, en Uruguay y, en el caso de Chile, en la ceremonia fúnebre muy póstuma del artista Víctor Jara, en el 2009, una obra de teatro sobre menores víctimas de prisión política y tortura que itineró por distintos lugares buscando ex menores que se reconocieran como tales gracias al mismo montaje y su siguiente debate, y muestras de danza, instalación y una fiesta ciudadana, en distintos espacios cargados de significados, como el Estadio Nacional, Londres 38 y la calle La Paz, en Santiago. Se describe y muestra cómo el protagonismo ciudadano a través de estos ejercicios -vivos, corpóreos, dinámicos, creativos, colectivos- activa la construcción identitaria con un profundo sentido de empatía, solidaridad y lazos horizontales. Todo, en un recorrido de una memoria que de comunicativa deviene en cultural.