De la mano del escritor José Carlos García Rodríguez, autor de títulos biográficos tan destacados como "El infante maldito" (Espasa, 2012) y Montpensier" (Almuzara, 2015), aparece editada esta primera biografía del legendario periodista Manuel María de Santa Ana (1820-1894), fundador y propietario de "La Correspondencia de España", un periódico que transformó la prensa española en la segunda mitad del siglo XIX. Además de estar considerado como pionero del reporterismo en España, Manuel María de Santa Ana fue la persona que fijaría en nuestro país las bases informativas sobre las que se asentó el periodismo actual. En un tiempo en que la prensa estaba sostenida por los partidos a quienes servían y los periódicos se creaban y se cerraban según el interés del momento político, el periodista sevillano se presenta en 1848 con la "Carta Autógrafa", una publicación manuscrita cuyas copias se imprimían en una sencilla máquina autográfica. Valiéndose de tan rudimentario medio que recordaba al noticierismo manuscrito de los relatores y avisadores del siglo XVII, Santa Ana abastecía de información a un limitado número de suscriptores mediante un sistema que estaba a medio camino entre el periodismo noticiero y el servicio de una agencia de noticias. Frente a una prensa partidista cuyo único fin era atacar al adversario y procurar el sostenimiento de la moral y la confianza de los correligionarios, Santa Ana ofrecía como gran novedad una información que de verdad interesaba al público y que él mismo se ocupaba de recoger por todo Madrid. Pasado el tiempo, el éxito alcanzado por aquella legendaria publicación artesanal daría origen a "La Correspondencia de España", el periódico que fundamentaría la fama y la fortuna de su creador y hasta el merecimiento del título de marqués de Santa Ana que la Reina Regente concede a don Manuel María en 1889 por sus grandes servicios prestados al periodismo español. "La Correspondencia", subtitulada durante muchos años “diario universal de noticias y eco imparcial de la opinión”, fue la primera intuición de una prensa gestionada con sentido empresarial en España y el primer ejemplo práctico de un fabuloso negocio periodístico, a semejanza de lo que Girardin había hecho en Francia con su diario "La Presse". Santa Ana introduce y aclimata el reporterismo entre nosotros, consigue que la publicidad entronizada en la llamada “cuarta plana” sea un elemento económico fundamental de su empresa periodística e inaugura en España la venta callejera de ejemplares, una iniciativa revolucionaria en el ámbito de la prensa nacional. Al lanzar el periódico a la calle, Santa Ana ofrecía la venta del número suelto cuando la práctica habitual hasta entonces había sido la suscripción, un sistema estrechamente vinculado al servicio de correos y a los transportes. A estas novedades se añadía la independencia partidista que Santa Ana quiso dar a su periódico y que únicamente rompería en muy contadas ocasiones y siempre por motivo de grandes afectos e insobornables lealtades, incluso llegando a arriesgar la popularidad y el futuro del diario cuando lo pone al servicio de su gran amigo el duque de Montpensier para apoyar la candidatura del Orleans al trono de España. En definitiva, nos encontramos con un magnífico libro sobre la interesante vida del legendario periodista Manuel María de Santa Ana a quien el autor define como "el Girardin español".