Cuando vieron que la estrella de la fortuna —la noria que identificaba a la ciudad—había quedado convertida en un amasijo de hierros retorcidos con un olor que hacía estornudar, y más de 50 usuarios atrapados, el forense dijo que lo importante era tratar de entender por qué alguien podría haber hecho algo tan terrible como aquello. En ese momento comenzó la caza de un asesino en masas en una ciudad que años antes había padecido la muerte de jóvenes mujeres en manos de un asesino serial, cuya detención puso en entredicho a la pequeña unidad de investigación de la policía local. Sin que nadie lo imaginara un hombre misterioso y una sencilla pirámide casera empezó a intervenir para frustrar lo inevitable. Con el mismo equipo investigador de El secreto de las moscas llega este relato policial que une el suspenso, la acción y el humor con vibrantes ráfagas de ciencia-ficción, en donde se demuestra que el azar no existe.