La obra narra la historia de tres ramas familiares durante cuatro generaciones. Comenzando con el fusilamiento del bisabuelo, un maqui huido tras el final de la Guerra Civil Española en La Mancha, hasta el año 2018 en la que sus biznietos viven los hechos actuales. Durante ese periodo, los dos hijos del maqui, Emilio y Francisco, viven vidas muy distintas. Mientras Emilio debe hacer el servicio militar en el Rif, a Francisco le toca hacerlo en Madrid. Un incidente en el Rif hace que deje embarazada a una joven árabe, sin él saberlo. A su regreso a España, protagoniza el éxodo rural de los años cincuenta, trasladándose a vivir a Vizcaya, con el auge de la industria siderometalúrgica, donde forma una familia tratando de dejar atrás el pueblo y su etapa en África. Mientras, Francisco se ha asentado en un barrio obrero de Madrid, se ha casado y ha creado una familia. Trabaja como conserje en un colegio y vive la dictadura franquista en una cómoda tranquilidad. El progreso, la industrialización y la llegada del turismo a España se ve ensuciada por la aparición de ETA, que desde Vizcaya Emilio vive en primera persona. Por otro lado, el hijo de Emilio que nació en el Rif, Jaul, se instala en Sidi Ifni, donde será un actor de las guerras coloniales por la independencia del Sáhara y la formación del Frente Polisario. La descolonización española de África dará pie al conflicto saharaui y, años después, a los procesos de inmigración ilegal. Será en uno de esos cayucos en los que Amaal, la hija de Jaul, llegará a España a principios del siglo XXI. Los hijos de Francisco y Emilio viven la época de la Transición Democrática, la crisis económica, las drogas, el intento de golpe de estado del 23-F y la apertura al mundo de España en 1992 con las Olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla, mientras el terrorismo etarra continúa imparable. Años después Nagore, la nieta de Emilio, vive en Bilbao la liberación sexual, teniendo un romance con una inmigrante saharaui llamada Amaal (que desconoce su lejano vínculo familiar) mientras su primo Rubén, en Madrid, forma parte de un grupo de extrema derecha que prolifera en el país.