Laura Urcelay nace en Santander en 1985. Crece rodeada de libros y se muestra interesada en la escritura desde edad temprana, llegando a participar en la revista literaria Tachones que edita su colegio dentro de un proyecto denominado «La Creatividad Literaria y los Medios Informáticos». Durante la adolescencia publica microrrelatos en la revista digital "La Tapa". En 2007 participa con el relato "El viaje de Paula" en el libro colectivo "Fricciones" (2007). Con "Satur" (2009), obtiene el segundo premio del concurso de relato corto «50º Aniversario estudios nocturnos del I.E.S Marqués de Santillana». En 2010 se traslada a Sevilla, donde se gradúa en Psicología. Durante los años de universidad deja aparcada la literatura para dedicarse de lleno a los estudios. En 2012 viaja a Palestina, donde lleva a cabo un proyecto de cooperación durante dos meses que será el motor de su vuelta a la narración. La necesidad de contar sus vivencias en Palestina le lleva a escribir el relato inédito "El Cielo de Nablus" (2015). Al mismo tiempo, se reencuentra con las historias vitales de su abuela, que reúne en el relato finalista del «XVI certamen literario Miguel Artigas» "Cántame huerfanito" (2016), también inédito. En 2017 comienza un año de gran producción literaria a raíz de que participa en un curso de escritura creativa, donde escribe "No nos neguéis" (2017), una narración de su experiencia como cooperante que publica en redes sociales literarias y en el blog Buenos Relatos bajo el seudónimo de LU. A partir de entonces comienza su actividad en estas plataformas, publicando una decena de historias. Con el relato "Hasta luego, futuro" (2017) gana el «Premio Internacional de Narrativa Joven Abogados de Atocha 2018». Una denuncia a la ocupación ilegal de Palestina y sus consecuencias sobre los más vulnerables, que lee ante centenares de personas en el Auditorio Marcelino Camacho de Madrid durante el acto central de conmemoración del 41º aniversario de las víctimas del atentado. Interesada en el realismo, sus historias tienen un denominador común: la protagonista es siempre mujer. Así lo confirma su último proyecto, una compilación de doce relatos en los que ha trabajado desde el 2017 y que agrupa en el libro "Mujeres de retales" (2018).