Declarado por la crítica uno de los mejores libros de 2006, Las pronvicias del frío es un libro unitario en su temática y a la vez diverso en la relativa autonomía de cada poema que lo integra. Poesía de la meditación que encuentra su cauce en la contemplación de la naturaleza y en unos versos dotados de un ritmo que es también el de la palabra poética en la reflexión sosegada ante el mundo. Sus textos exploran la experiencia vital y destructora del tiempo y el territorio estético de la mejor tradición literaria europea y norteamericana. Santos Domínguez cierra así un cielo estético de máscaras que con Pórtico de la memoria, La orilla del invierno y Cuaderno de Abul Qasim había mirado a otras épocas (el mundo clásico, Al-Andalus) y a otras tradiciones literarias, la grecolatina y la arabigoespañola, para asumirlas a través de lo T.S. Eliot denominó el correlato objetivo. Es decir una forma de vernos en los otros, de leernos en los demás, de reconocernos, como en este caso, en la poesía.