Emilia, nieta de Dorotea , lleva una vida cómoda y fácil junto a sus tíos en Tarazona. A sus cincuenta años, sigue soltera, al cuidado de sus tíos ya mayores, al igual que ellos lo hicieron con ella cuando quedó huérfana. Su vida está rodeada de misterios, secretos y mentiras que no logra desentrañar. Cuando su tía Naida comienza a mostrar síntomas de una olvidadiza memoria actual, los recuerdos del pasado afloran para regocijo de Emilia, que por fin encuentra la puerta que le llevará al pasado de su familia. En uno de sus viajes a Trasmoz, el pueblo de su abuela Dorotea, se hace acompañar por su tía Naida, a la que logra sonsacar parte de una desconocida historia que completará con diarios y cuadernos olvidados en un cajón. Todo comenzó a mediados del siglo XIX cuando la Inquisición está abolida, y las curanderas y mal llamadas por el Clero, “Brujas”, salieron de su letargo, sin miedo a las garras inquisidoras. En este pequeño pueblo de Zaragoza, Dorotea, huérfana de madre e hija de padre desconocido, crece al lado de su tío y limosnero de Trasmoz, Mosén Gil. La joven, harta de trabajar para su tío y de llevar una vida lúgubre, miserable y aburrida, se rebela contra sus deseos de entrar en un convento de clausura y comienzan una etapa de enemistad y discordia que arrastrarán por el resto de sus vidas. El día que la vieja Úrsula llega a las puertas de la casa parroquial, la vida de Dorotea dará un vuelco tan inesperado y definitivo, que su vida y la de toda su descendencia quedará marcada para siempre por esta extraña visita. La Tía Frasca, Dorotea, Francisca, Susana, Juanita y Naida, se unirán en un grupo poderoso que tendrá que luchar contra la maldad del Limosnero. Una historia con encanto, misterio, venganza y dolor que terminará decidiendo el futuro de Emilia.