Cuando alguien me pregunta que me llevó a escribir poesía, no le puedo dar una razón; sencillamente la desconozco. Tal vez algún poeta que me conoció en otra vida y quiso continuar su obra por mi intermedio, o alguna musa traviesa se despertó y me encontró en su camino…, quizá poemas perdidos en el cosmos decidieron posarse en mí. ¡Puede haber tantos motivos que no comprendo! Pero lo que sí soy capaz de asegurar, es que este don, se ha constituido en uno de los regalos más hermosos que he tenido en mi vida, la forma más sublime de poder contactarme con el amor, con la naturaleza, y quizá, con el dolor; en cada una de las cuatro estaciones por las que he transitado durante mi vida. Cuatro inolvidables momentos obsequiados por el universo cada año, todos diferentes , que traen consigo el renacimiento de nuevos sueños y promesas, junto al radiante verano, el dorado otoño ,el misterioso frío del invierno y el maravilloso renacer de la primavera. Los invito a aprehender desde este texto algo de la belleza que estas incomparables etapas de la vida lucen para nosotros, deseando que la pureza y la dulzura de cada una de ellas queden grabadas por siempre en su espíritu, tal como lo hacen diariamente en el mío Vaya entonces este trabajo, para las cuatro estaciones de la vida y del amor…que eternamente iluminen vuestros corazones.