El contenido de las enseñanzas correspondientes a distintas vertientes del pensamiento religioso y filosófico en los tiempos que preceden la llegada del cristianismo comprende una notable afinidad con las trasmitidas por los evangelios bíblicos. Sistemas de diversos orígenes y divergentes en aspectos formales, se aúnan en razón de corresponderse sus estructuras doctrinales mediante principios que componen lo primordial de sus credos; innumerables puntos de encuentro evidencian la unidad en lo fundamental. Sabios, maestros y filósofos que vivieron en épocas, lugares y condiciones diferentes proclamaron una instrucción común, esta analogía demuestra la existencia de un conocimiento unívoco sobre cuestiones esenciales de la naturaleza humana. Las obras que recogen el saber y la experiencia espiritual de numerosos sujetos insignes del pasado muestran una realidad que es permanente e incontrastable,… Estos guías sapienciales intentan orientar al ser humano, mediante el empleo de preceptos e ilustraciones, por el camino que lo lleva a trascender su vulgar condición. Sus propias vidas dan testimonio de esa verdad, erigiéndose en paradigmas a emular. Sus directrices están dirigidas a la prescripción de reglas de comportamiento, no al modo de mera valoración como normas de urbanidad, sino como elementos conductores hacia el objetivo sublime. Las expresiones que aquí se reproducen fueron pronunciadas por estos eminentes hombres con la finalidad de mostrar el camino que conduce a la meta final, lo que significó el objeto de sus propias vidas, la unión con lo sagrado. Este ensayo es una sistematizada recopilación de enunciados y representaciones, concordantes en su manera de expresarse y en sus fundamentos, que constituyen una unidad de conocimiento. Se transcriben formulaciones extraídas del Nuevo Testamento bíblico que son acompañadas de otras pertenecientes a escritos que le son conexos y contemporáneos, y de conceptos que fueron precursores y que corresponden a los más distintivos manifiestos del ayer.