La ruleta del plagio es una novela que fabula uno de los flagelos de mayor incidencia en México: el secuestro. Acaece en su mayor parte en Chetumal, a orillas del Caribe mexicano, aunque un personaje fue partícipe de uno de los más sonoros plagios sucedidos en el centro del país, con escenario en la Ciudad de México, cuya víctima fue el prominente y polémico político conocido como El Jefe. El autor recurre al monólogo interior para delinear al protagonista, y a la lectura polifacética anclada en el juego de la ruleta, por lo cual se puede leer de manera tradicional, o saltando de diversas formas de un capítulo a otro según los 37 números (0-36) del tradicional juego de casino, bien en su opción en negros y rojos, o por el vaivén del azar. La narración polifónica está construida de tal modo que el lector siempre tendrá, en cada uno de los 37 capítulos, referencia a la médula argumental del "levantón". La ruleta del plagio combina recursos del género policiaco con una lúdica remembranza cortazariana de Rayuela. Evoca, a su manera, la pasión por el juego de ruleta que retrató Fiodor Dostoyevski en El jugador, además de alusiones a la tenebrosa ruleta rusa. Un abanico narrativo en el cual se retrata una calamidad social con un trasfondo literario.