Estos poemas cuentan una historia, una suerte cíclica, que se repite por doquier. Tratan de una prueba de iniciación, de un continuo seguir adelante, pasar sobre el sufrimiento y seguir viviendo. Sé bien que esta historia le ha sucedido a mucha gente y seguirá sucediendo mientras haya humanidad. Yo aprendí la lección, al final me fue útil, me sirvió para comprender unas cuantas cosas que nadie te puede enseñar, sólo la vida. Yo elegí continuar con la vida, utilizar mi suerte para crecer y fortalecerme; lo que no te mata... En alguna ocasión he hablado con algún amigo que no comprendía cómo se puede llegar a tal extremo, a tal punto de sufrimiento, cómo se puede llegar a decidir que no se quiere seguir viviendo, cosa que se explica por ese extremo de sufrimiento. Estos versos pertenecen a la serie; Saldo de versos, estos de los años 2002-2005, más o menos. Han pasado ya muchos años, y cada vez disfruto más de la vida, que es, en último término, para disfrutar.