Logan, argentino errante y despreocupado, a medida que viaja se va topando con damas de nacionalidades diversas, aunque tipológicamente similares, a las que ayuda a aliviar pesares, resolver traumas, operando de tal manera que ellas le confían sus sufrimientos más profundos. Mientras que él descubre -y eventualmente saca- las espinas de esos espíritus perturbados. En Noruega Logan conocerá al Doctor Steffensen, quien lo instará a solicitar un estipendio mensual al estado, apoyado en la documentación probatoria y conforme a lo que el letrado considera que Logan se ha hecho acreedor, por su contribución a la reducción de la angustia femenina. El fallo de la autoridad influirá enormemente en las ulteriores decisiones que adoptará Logan. Una trama pletórica de ironías, descripciones y detalles, a posteriori incorporados al legajo presentado al tribunal.