Este libro describe los hechos históricos que marcaron un hito en la arqueología de la provincia de La Rioja (Argentina) a partir de la llegada del franciscano Bernardino Gómez en el año 1919 al convento de San Francisco. Gómez fue él fue primer cura expedicionario de la arqueología Argentina. Su obra culminó con la creación del Museo Arqueológico Inca Huasi. Si bien este fray no tenía conocimientos de la ciencia arqueológica comenzó un trabajo sin pausa realizando expediciones en el territorio riojano, llegando inclusive a Catamarca. Más de cincuenta 50 expediciones utilizando un automóvil Chevrolet modelo 1928, y muchas veces a caballos y mula, recorrió con su grupo de curitas toda la región de las sierras del Noroeste Argentino. A pesar de la carencia de medios y escasos conocimientos que el fray disponía, logra a pico y pala, con su equipo de trabajo permanente realizar relevamientos topográficos y extracción de piezas de gran valor profesional. Esta obra no propone un estudio sistemático de las piezas arqueológicas que se lo dejo, a los arqueólogos, pero sí sobre los anecdotarios que registran cómo se descubrieron las piezas que forman el acervo. Es decir un nuevo paradigma en Argentina, una historia de la Arqueología y por ende del patrimonio.