Maya era una joven “vendedora” de seguros de veintiséis años que vivía su día a día en torno a sus cuestionamientos personales, sus carencias afectivas y una idea bastante insípida de la vida que llevaba en Cardiff, la ciudad que la vio nacer. Unas vacaciones fortuitas, fruto de sus intentos por probarse y averiguarse fueron el principio de un viaje trepidante que superó todas sus expectativas. Un viaje revelador que la condujo al mismísimo significado de su existencia. El valor de las diferencias, de la amistad y del amor que para ella eran grandes desconocidos, no por hallarse ausentes sino por oprimirse únicamente en su miedo de vivir sin seguridad, pues vivir es correr riesgos. Un libro dulce y fresco que conducirá al lector pensante a los entresijos de su propia mirada interior y a la sorpresa de un final englobador.