Alguien se preguntará qué es lo que hace que este país nos parezca sorprendente. La deducción es simple, el carácter de sus súbditos que a pesar de estar subyugados, esclavizados, maltratados, engañados, insultados y dominados, por tener que doblegarse a varias dictaduras durante siglos, y ahora este comunismo forzado, siempre han sido gente muy resistente que han sabido aguantar lo que les ha caído encima, bailando al son caribeño y la alegría de sentirse cubanos. Estoy convencido de que Cuba es el país más musical de todas las Américas. Quizás en la música estén buscando lo que les falta en su más acusado sentido de la libertad. Una vez me dijo un cubano que se vivía mejor en la época de Batista que en estos momentos, por lo menos tenían comida y lo más importante era que todos tenían oportunidades. Muy difíciles de conseguir, pero de una forma u otra, posibilidades al fin y al cabo. No estoy de acuerdo en que se vivía mejor antes, pero lo que sí es cierto es que se podía comer sin restricciones. Quizás en ciertos aspectos, efectivamente tuvieran más oportunidades, pero a cambio de otras dificultades y restricciones de otra índole. Por mencionar una disyuntiva pudieron elegir entre rusos comunistas o el dictador Batista y sus norteamericanos, con todo su potencial de corrupción, incluida la Mafia neoyorkina de Charles Luciano, apodado “Lucky”, y Meyer Lansky, uno de los organizadores del Syndicate de la Cosa Nostra en Nueva York, que fue quien trató personalmente con el Estado cubano las concesiones y acuerdos. Esos acuerdos produjeron fantásticos beneficios monetarios al dictador asesino Fulgencio Batista y por supuesto a Lucky Luciano. Entiéndase pues, que en la parte trasera de la sonrisa de un cubano se esconde todo un mundo de amargura y sinsabores. Los viejos mantienen el recuerdo, sin poder decidir nada, los jóvenes ven un futuro con dudas que ellos tendrán que resolver de la forma que puedan. Pero tendrá que ser a partir del momento en que el actual gobernante se reúna con su hermano. Otros, murieron buscando la libertad, sin darse cuenta de que ni siquiera conocían el significado verdadero de esa palabra. Desde su nacimiento no conocieron otra forma de vida.