A Reginald Clarke, escritor famoso, esteta, mecenas y hombre de mundo, le gusta vivir rodeado de jóvenes artistas con talento a los que dice querer ayudar. Pero, ¿qué pensar de todos los que se han cruzado en su vida y lo han perdido todo: inspiración, talento y hasta las ganas de vivir? El joven Ernest Fielding, que ambiciona convertirse en novelista, siente al principio una admiración sin límites por su mentor. Pero, poco a poco, la duda se va abriendo paso en él. ¿Estaba robando Reginald Clarke las almas de los artistas a los que alojaba en su casa? Si no es así, ¿cómo se puede explicar que la nueva novela de Clarke que este acaba de leer ante el grupo selecto de sus admiradores se corresponda palabra por palabra con la obra que Ernest acaba de terminar mentalmente? Ethel Brandenbourg, antigua amante de Reginald Clarke, es, sin duda, la única persona en el mundo que conoce la verdad. Encantada con el muchacho, al que nota enamorado de su persona, intentará apartarle de la influencia de Clarke y, así, ambos conocerán la verdadera naturaleza del que habita en La casa del vampiro... Escrita en 1907, esta novela es un clásico ignorado de la literatura fantástica estadounidense. Sin embargo, es una de las primeras novelas del siglo XX en abordar el tema apasionante del vampiro psíquico. El libro se completa con unas entrevistas con Adolf Hitler, Sigmund Freud y Albert Einstein, donde el autor parece merecedor de todos los comentarios que se ganó cuando estaba vivo, así como una magnífica presentación del autor y su obra escrita por Frank G. Rubio, un especialista conocido por todos (o así debería ser). George Sylvester Viereck (1884-1962), escritor estadounidense de origen alemán se instaló con sus padres a partir de 1895 en Estados Unidos. Periodista, dramaturgo, ensayista, poeta y novelista, a él se debe en el campo de la literatura fantástica la novela La casa del vampiro. A esta novela habría que unir las que integran la trilogía escrita en colaboración con Paul Eldridge sobre el tema del judío errante y que han sido traducidas parcialmente al español.