Un hogar sigue siendo una cueva tecnificada. Desde hace millones de años, nuestros antepasados han sobrevivido en cuevas, las han explorado, las han convertido en su hogar. En medio de la oscuridad han pervivido durante eones en esas cuevas hasta que aprendieron a usar el fuego. Con los bailes de las llamas inventaron el arte pictórico, las historias alrededor del fuego y el teatro de sombras. A medida que los siglos y milenios avanzaron, hemos pasado de vivir en aquellas cuevas naturales a unas nuevas y artificiales, en las que en vez de clanes conviviendo juntos, hemos ido haciendo hogares cada vez más pequeños y con menos miembros con los que convivir. Una casa es un lugar repleto de historias, repleto de energías en las que buena parte de la humanidad tiene como un santuario, donde decide dormir al sentirse a salvo. Estas nuevas cuevas artificiales que construimos siguen manteniendo un aire de misterio del que nacen historias de fantasmas, misterios… al igual que sucedía antiguamente en las cuevas donde residían nuestros antepasados. Esta historia trata del bagaje y del trasfondo que rodea un hogar, una casa, que trasciende a una simple vida humana. Un pequeño vestigio de la historia que ha visto pasar generaciones de homo sapiens. Les doy la bienvenida… A la casa.