Esta obra (la primera de una trilogía) narra la historia de una humanidad utópica a partir de la creación del universo, de la tierra y el hombre. Dos hombres y una mujer son creados por Dios. El primero representa el Bien, el segundo el Mal y la tercera el Equilibrio. De los tres surgen entonces dos sociedades antagónicas unidas por el vínculo que simboliza la mujer: la Sociedad Solar, regida por los más altos ideales y cuyos hombres y mujeres son sabios, espirituales y con un gran conocimiento del Universo; y la Sociedad Lunar, la antítesis de la anterior, donde reinan la ignorancia, la degradación y los vicios. A través de la historia, el lector no sólo es partícipe de la construcción de la sociedad ejemplar, sino también es testigo de cómo una verdad se desnaturaliza y logra convertir a un pueblo entero en verdugo de sus hermanos. Dos visiones del mundo, dos concepciones de Dios. La eterna lucha entre el Bien y el Mal en la que se presupone que ésta es cíclica y que ni uno ni otro duran para siempre. Elementos de la cábala, la alquimia, la filosofía hermética, la masonería, la mitología y la simbología; ideas y creencias de los griegos, mayas, egipcios y otras civilizaciones, así como hechos históricos y bíblicos, se conjugan para dar forma a la historia, que más allá de la ficción, invita a la reflexión y plantea una forma distinta de entenderse el propio individuo, a su sociedad y al desarrollo del Universo. La trilogía se completa con los títulos “Del Oscurantismo y la Restauración” y “Del final de los días”, actualmente en elaboración.