Híbrido

  • Autor: Ana de Lacalle
  • Biografía Autor: Ana de Lacalle Fernandez
  • Género: Literatura y Novela
  • ISBN: 978-84-17362-76-8
  • Nº Páginas: 89
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Formato eBook: ePub
  • Año: 2018

Una metáfora sobre los conflictos de la psique humana. "Todos albergamos un no-yo que nos revienta y complementa, una dialéctica feroz entre lo que fue de nosotros y lo que necesitamos que sea" Un correo electrónico llega al buzón de una escritora de poca relevancia, con una demanda extraña: escribir una novela sobre la biografía de la remitente, partiendo de un viaje a través de los recuerdos de una infancia desgajada y de unas anotaciones que dice conservar sobre sus conversaciones con su terapeuta. Lo que en principio puede parecer una vulgaridad que cualquiera podría proponer sobre sí mismo se transforma en una experiencia interior para la propia escritora de la que no saldrá indemne.

Comentarios (1)

  • oriol quintana

    oriol quintana

    12 Noviembre 2018 a las 09:46 |
    Híbrido, de Ana de Lacalle se abre con un primer episodio no muy alentador desde el punto de vista del crítico. En él se explica cómo una escritora recibe el encargo, por parte de una lectora, de redactar para ella un relato biográfico. La historia de Nadia, como se verá enseguida, es una historia de pobreza y abandono, de alguien que ha crecido con las más graves carencias. Nadia, además, le pide que reelabore un material muy particular: unos monólogos destinados a su terapeuta, fallecido, que el personaje ha ido escribiendo en sus visitas a la tumba del difunto. De Lacalle presenta pues, el plan de su obra, entero, desde el primer capítulo, enseñando todas sus cartas –o casi todas-, de una forma algo brusca, algo corta en lo artístico. El lector puede tener la sensación de que la novela no va a contener ninguna sorpresa, que no hay nada más que descubrir.
    Al adentrarse en la lectura, sin embargo, el lector descubre como de Lacalle sabe escribir sobre la desgracia y el ultraje, lo que es sin duda un reto mayúsculo. Existe un grave y claro peligro de caer en lo melodramático o lo truculento Requiere usar un lenguaje sin florituras: como en ningún otro caso se requiere ir a lo esencial. Ésta es la opción de Anna de Lacalle, que toma como tarea explicar aquellos episodios que hacen que, para quien los sufre, desaparezca la confianza básica en el mundo, que se desmorone la creencia de que los demás no quieren hacerme daño o que alguien me socorrerá cuando lo necesite. Y lo hace buscando la objetividad, el relato puro. Lo logra, sin duda. La desnudez del lenguaje se corresponde con la existencia desnuda y el desamparo que retrata.
    Esta voluntad de desnudez le lleva también a quitar del relato cualquier detalle sobre las circunstancias históricas y del lugar; opción ésta algo discutible, puesto que los relatos jamás pierden universalidad o validez cuando están bien inscritos en su tiempo y su sitio. Quizá haya en esta renuncia un intento de mostrar el desarraigo de la protagonista, pero no facilita que el lector se comprometa y se identifique con lo que lee.
    La novela ofrece también una crónica directa, en primera persona, sobre cómo puede recuperarse esa confianza básica, que sólo se consigue con un esfuerzo de sofisticación de lenguaje y del pensamiento: nos referimos a los monólogos que la escritora reelabora para Nadia. Tratan de contener, a través de la palabra, los ataques de ese zombie antihumano que fue engendrado por tales experiencias. Un zombie sordo, mudo y siempre dispuesto a sabotear todos los intentos de la persona por construirse a sí misma. La experiencia de la disociación es particularmente difícil de explicar, y es una lucha permanentemente abierta que la novela retrata con fidelidad.
    Nos encontramos, pues, ante una novela que combina dos estilos muy distintos, casi opuestos, retratando dos momentos de la condición de superviviente. Porque su relato es un relato de resistencia y aceptación. Y en este sentido, son particularmente brillantes los pasajes sobre la convivencia con el propio verdugo, con unos padres –y particularmente, una madre-, que no sabe del daño que ha hecho y que ni siquiera intuye que tiene una responsabilidad que debe asumir, una deuda que debería pagar. La ausencia de odio, la compasión de una desgracia compartida, tiñen e iluminan los pasajes finales.
    Y es justamente en las últimas páginas donde la obra adquiere mayor solidez novelística, descubriendo sus últimas cartas y dotando de una redondez y una unidad inesperadas a aquello que se había ido construyendo en dos vías paralelas. Híbrido, de Ana de Lacalle es sin duda una lectura muy recomendable y un excelente debut de la autora en el terreno de la ficción.

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