Su mundo había cambiado para siempre. Y como humanos, la familia de Freya debía adaptarse a la nueva realidad, en tiempos duros, muy duros, tanto personales como en los clanes, como en la colectividad. Una ciudad enterrada bajo la roca tras un cataclismo global por el cambio climático. Deberá reaprenderse a si para la supervivencia. Y salir triunfante en una realidad donde la desconfianza, el menosprecio y la apatía tienen más espesor que la sangre. Reseña: "Me ha gustado la descripción de la ciudad y cómo divides sus zonas (Helsinborg, zona de economía productiva y Beerenberg, de ocio y esparcimiento). Es atractivo conocer a los cooperativos y a los competitivos y la unidad secreta de Jomsviking. Inventas con acierto un juego de pelota llamado Stöd y una forma de lucha llamada Graëlping. La ambientación es estupenda y los personajes son mitológicos o semi, con Freya (mujer nacido hombre), sus hermanas Selene, Minerva y Niobe, junto a su padre Endymion y su madre Artemis. Los Menkaura, amenazados por diferentes, por congruentes, por sus dotes y sus planteamientos éticos. Me gusta el personaje amenazante de Baldur Forseti. Es decir, tienes todos los mimbres para una buena historia y la planteas con interés a través de la búsqueda de la felicidad como principio y el hecho de que Freya sea perseguido y juzgado por no querer entrar en el sistema de vigilancia. Sin embargo, encuentro que la historia no se llega a desarrollar lo suficiente, que las acciones requieren más explicación, que hace falta conocer más a los personajes. Por ejemplo, Niobe no aparece practicamente hasta el final y entonces su acción se precipita, todo ocurre demasiado rápido, yo no entiendo bien al personaje. También creo que se le puede sacar más partido a Baldur, quien apenas empieza su acción es muerto por Freya. Hay conceptos que provocan interés pero que no se desenvuelven lo suficiente, por ejemplo, el Protocolo Culsans, yo al menos me he quedado con las ganas de saber más." (Eugenio Ibarzabal, escritor)