“HAY UNA LOCA ALLÁ ARRIBA” El conjunto de diez relatos que componen este libro abordan una notable variedad de temas: la relación siempre inquietante entre los planos del sueño y la vigilia, un malentendido donde se mezclan la amistad y la sospecha hasta desembocar en un curioso crimen, amores equívocos tejidos a través de un intercambio de cartas, la siniestra relación entre un hombre y una araña, estados de alucinación que empujan al suicidio, una máquina que cobra vida impulsada por pasiones humanas, un rutinario viaje espacial que deriva hacia un inevitable drama. Historias de amor, locura y muerte relatadas por sus mismos protagonistas, de un modo natural, sin sobresaltos ni énfasis en el tono de voz. Se destaca, además, el buen uso del registro coloquial, lo que da verosimilitud a las voces de los personajes narradores. Un modo de narrar acertado, ya que hace brotar lo absurdo o anormal como si fueran componentes inseparables de la vida cotidiana, algo inherente al mundo de todos los días y no una mera excepción. Los toques de humor, bien dosificados, apuntan en la misma dirección: la ironía reemplaza a las lamentaciones, y parece ser el único recurso por momentos disponible para estos personajes frente a sus destinos fatalmente condenados. En “Hay una loca allá arriba”, Federico Girón no pierde el tiempo en estériles juegos formales, ni en inútiles divagaciones sin consistencia. Nos ofrece, en cambio, un puñado de relatos imaginativos y sólidamente construidos, tanto en la trama argumental como en el lenguaje utilizado para tejer cada historia. Todo esto indica una pericia narrativa infrecuente entre los jóvenes escritores de hoy. Un libro de relatos, en síntesis, que sin duda dejará satisfecho al lector más exigente. Alberto Ramponelli Estos relatos fueron escritos entre 1990 y el 2000, publicados en 2001 y revisados en 2012 por el autor.