Este libro no es una historia del Directorio Revolucionario 13 de Marzo, y mucho menos una biografía de su fundador y jefe José Antonio Echeverría. El objetivo principal es la discusión de las relaciones entre Fidel Castro y dicha organización. En algunas partes resulta imposible evadir temas que aparentan no estar directamente ligados al tópico principal, pero se hace necesario para comprender episodios que se relatan más adelante. La rivalidad existió desde los comienzos de la lucha y se hizo presente en incontables eventos. Se puede afirmar que, cada vez que se le presentaba una oportunidad, Fidel Castro acudía a la ofensa y la calumnia para atacar a los dirigentes del Directorio Revolucionario. Tal vez, entre las más inapropiadas, se pudieran citar: “En el asalto a Palacio se derramó la sangre inútilmente”, aparecida en las portadas de casi todas las publicaciones de Cuba con motivo de una entrevista de la prensa norteamericana a Fidel Castro. En una carta que le envía a Echeverría y sus compañeros les llama “cobardes”, agregando “especialmente tú, José Antonio, que me prometiste te unirías al alzamiento”. Los califica de “asesinos” en público “porque segaron la vida de Blanco Rico, que era una persona decente”.14 Finalmente, en su famosa carta enviada a Guevara en los finales de la lucha se refiere a los militantes del Directorio de la siguiente manera: “Tan soberbios y presumidos son, que ni siquiera han acatado tu jefatura ni la mía”.