Félix Acosta Fitipaldi
Biografía
Este hombre, casado y con dos hijas, se gana la vida como contable y, eventualmente, de diseñador gráfico. Es posible que a esta altura de su vida posea el título de lector empedernido aunque, para no alejarse demasiado de las letras, divide sus momentos de ocio entre disfrutar la vida y elucubrar historias. No se obliga, por el contrario, se ufana de no haberse fastidiado jamás ante una hoja en blanco. Eso sí, cuando alguna idea resbaladiza cae en su red no pierde tiempo, le hace una autopsia y de inmediato la lanza al sartén. Su procedimiento es sencillo, detenerse ante el espejo y ver qué ocurre del otro lado. Este método tiene una contra, debe cuidar que su propia imagen, al interponerse, no contamine las visiones. No lo logra. Entre tantas otras cosas dice: Comencé a leer cuando de niño mi padre nos sugirió cambiar los comics por libros, de esos, los que son pura letra y no tienen figuras. Seguir su indicación parecía lo más aburrido del mundo, sin embargo, un par de compinches que me acompañaban (traidores ellos), tan de acuerdo con él estuvieron que terminaron por convencerme. Creo que ya antes de las cinco páginas del primer libro estaba seducido. Lo que allí se narraba no ocurría en una revista, ni en una película... Sucedía en mi cabeza. Era mi mente armando los personajes y la acción de acuerdo a las directivas que un desconocido, quizás munido de una rústica pluma de ave, alguna vez plasmó en pliegos de papel mal cortados. De allí en más leí sin parar. Seguía a cada autor que me gustaba con cuanta producción tuviese impresa, y en muy contadas ocasiones dejé de maravillarme. Recién comprendí que me gustaba fabular cuando una profesora, que nos había solicitado una historia imaginaria, me dio la mejor calificación posible y unas estrofas elogiosas culminadas con un esplendoroso: ¡Felicitaciones! Es usted un gran narrador. Y yo, joven y cándido como era, le creí y puse todo mi empeño en no defraudarla. Aun no sé si lo he logrado. Antes de esa experiencia sólo escribía poemas, no por pretender ser poeta, sino por enamorado. Aun los escribo, a veces, lamentablemente ya no me enamoro (mi mujer es muy celosa). Así que de repente me vi escribiendo cuentos que sólo leía algún que otro allegado. Por entonces hice un compilado al que titulé "Cuentoscos y poemalos". ¡Y qué razón tenía! Creyendo que lo mío era el cuento a ellos volqué la elección de mis lecturas y escritos. Llevaba unos cincuenta cuando tuve la osadía de abordar una novela (que no seré buen escritor pero agallas tengo), cuyo resultado nunca terminó de conformarme (y quizás sea lo mejor de lo que tengo). Por lo cual continué destilando relatos, tal vez por otros cincuenta títulos, aunque en realidad de cuando en cuando viene a despertar mi modorra alguno nuevo. Continuaba en eso de los cuentos cuando una idea se ató a otra, y a otra, y me vi abordando una trilogía que terminaría siendo un tomo de relatos novelados. Entonces creí que lo mío eran las novelas y terminé otras dos que en común tienen una muy exigua particularidad: son tan pero tan diferentes que a veces me pregunto si serán del mismo autor. Es que la voz, para las diferentes situaciones y personajes, ha de adaptarse de tal forma que el conjunto se ponga a tono. En esto andaré hasta el último día aunque nadie se entere.
Bibliografía
Jaque de Hackers (Ctrl-Alt-Supr reiniciar) ..
La mosqueta Sólo una canción sureña ...
20 Cuentos: Selección de relatos ...
Póster busca pared Rapsodia finisecular para un insecto con frío ...
El tigre no bala Tribulaciones de un detective espæcial
Premios
2001 –No te será tan fácil –Premio Ecqus Internacional
2002 –Tetraedro -Segundo premio Concurso de cuentos de “El sur también insiste”
2004 –Senectud acelerada – Accésit Premio Internacional Julio Cortázar de relato breve de la Universidad de Laguna.
2011 Uno entre varios ganadores del Concurso Internacional Latin Heritage Foundation de “Cuentos sobre la Experiencia Personal del Inmigrante”
Finalista en cuatro de seis participaciones en los concursos de Yoescribo.com: Año 2004 con el relato "Las pantuflas del abuelo". Año 2004 con la novela “Póster busca pared” Año 2005 con el poemario "Amor desamorado". Año 2006 con el relato "Astrid". Año 2010 Finalista certamen de "Mis escritos"