"Apenas he podido sostener la mirada / creer en los verdes regalos del paisaje / esquivar la muerte por segundos / (...) y quebrarme de noche en la nostalgia." Yvan Conna mediante un dinamismo de acciones contundentes traza un itinerario textual de sus viajes, deslizando una sucesión de significaciones que destilan una literatura insistente en la subjetividad. Detrás de esta poesía una voz narrativa se las ingenia para fotografiar a la nostalgia apareciendo arquitectónica entre versos, buscándose en el espacio y en cada lugar. "Ha quedado el silencio de aquel día / las sombras enfriando el pecho". En este quedarse y seguir viajando, una lúdica existencial permanece en sensaciones que a veces de tan vacías parecen imposibles. No obstante, un tinte de magia desliza a la palabra, entonces, el escritor puede con esta impronta autorreferencial tratar un yo que se reescribe en ciudades que ya son memorias. "La palabra / crisálida abriéndose mariposa. / Un gesto que nace profundo de la noche. / Los círculos, los aromas / manifiestos en letras dibujadas."