Los breves y diversos escritos que conforman esta particular obra -en donde abundan la ficción y lo fantástico de hondo corte filosófico-, parecen anecdóticos escenarios en donde invariablemente se abre paso la fuerza de un mensaje esencial a la libertad del hombre: el conocimiento de sí mismo. Así nos introduce el autor en las genuinas fuentes de la filosofías índicas en el notable trabajo interpretativo del "Capítulo de la emancipación", de la obra fundamental "Yoga Sutras" -ensayo que enriquece con citas de la más pura filosofía oriental, armonizándola con la "Ética" de Baruch Spinoza; o condensa en un par de páginas el mensaje Advaita, en las magistrales frases que pone en boca del maestro: "A través del infinito poder de esa Única Realidad, lo que crees es tu palabra (la sombra de Su palabra en la caverna de tu mente), crea la ilusión que a la representación de este mundo es necesaria. Todo el esfuerzo lo estamos haciendo para tu mente (no para ti, que no puedes ser otra cosa que Eso que el fantasma del yo cree buscar)." Encontramos en Mahadán -relato fantástico que inicia el libro-, la revelación de un Adán que aún espera: "Si por descuido cuando inclino mi frente hasta el suelo (para recordarme en Él) una leve lágrima dejase caer, millones sucumbirían al instante. Así también los sufrimientos de la humanidad en mí resuenan y aunque tengo el poder de ignorarlos, eso no haría más que tornar mi existencia más vacía. Mi pasividad propicia este continuum y a nadie podría sorprender que yo, que alcance los 930 años, sepa esperar pacientemente. De un modo misterioso y perfecto ustedes dependen de mí como yo de ustedes. Uno es el reflejo del otro, salvo que yo lo sé." O escuchar la voz del futuro confesándose: "Soy el mañana, provengo de tu honda oscuridad. Mi tiempo transcurre inalterable, en la inexpugnable urdimbre. Mía es la destreza de conciliar la impiedad con la constante atracción. Para ser quien soy debo obnubilarte, debo ser aquél que tú serás (o el que obcecadamente intentas ser)...Seré en ti hasta que despiertes." O el bello cierre de "El arte de soñar", en donde un enigmático personaje expone la paradoja del deseo bajo la figura de un sueño que todos persiguen, ignorando que nunca ha dejado de pertenecerles: "Siendo el designio del grupo de hombres al cual pertenezco alcanzar por medio del sueño ese singular estado de conciencia que reside más allá de todo nombre, he fatigado innumerables vidas (que surgen, se desarrollan, concluyen y rebrotan allí, dentro de esos sueños).Pues encontrándome perdido en la vastedad del sueño que a todos los sueños y hombres abarca: el sueño perfecto, que tantos anhelan y de donde pocos logran salir; pues allí es posible perdurar en sueño indefinidamente hasta agotarlo absolutamente todo, o también caer en la repetición del deseo, cuando cansado de hurgar en el vacío y ante la negación de enfrentar la propia mente, surge -fraudulenta- la intención de alcanzar otro sueño." Libro disponible en formato digital de descarga gratuita en: yogavedantayficcion.blogspot.com