A la muerte de su padre, el joven Pedro Malasaña es internado en el colegio religioso de San Miguel en Sevilla. Su madre y su hermano Carlos, quieren que sea cura. En el colegio, ayuda a misa, participa en las procesiones y sueña con aventuras. Él desea ser soldado, lo que le atrae es la artillería. A la muerte de su madre, con 16 años se fuga del Colegio y vaga por la ciudad. Conoce a Juan y se hacen amigos. Juan se enrola en la Armada y él se alista en el Ejército. Dos años más tarde, como artillero, conoce las penalidades de una guerra no declarada, el asedio de Gibraltar en 1727. Al finalizar la contienda regresa a Sevilla donde tiene una amarga experiencia. En un encuentro casual conoce a un jefe de la Armada, este le impresiona de tal forma que decide trasladarse a Cádiz para enrolarse como aventurero. A partir de ese momento empieza una nueva e interesante vida. Se enamora de una dulce gaditana y conoce nuevos amigos y personajes de la Armada. Embarcado en el navío Gallo Indiano parte a Veracruz con una flotilla de transportes de azogue, para las minas de plata. Una serie de peligrosas aventuras le llevaran a La Habana y Cartagena de Indias.